Parecía que iba a convertirse en la minusválida más famosa del país, con silla de ruedas y todo. Pues al final fue que no: la mujer aristócrata más liberada de todas volvió a enamorarse, y con ello la alegría de vivir y de seguir yendo a ver los toros, con todos los milagros que eso puede hacer: se ha casado de nuevo, como ella quería con todo este espíritu rebelde y educado que la caracteriza, y hasta nos bailó una sevillana, para hacernos participes de su alegría y de su buen saber vivir bien: ella es Doña Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII duquesa de Alba, con 85 años y felizmente casada por tercera vez.
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