miércoles, 12 de octubre de 2011

LOS INCREIBLES RELATOS SURREALISTAS DE JOAN CARLES GIRALT (1)


A la sociedad le cuesta cavilar, estar absorto y ser Dios, porque no quiere augurar lo que le desanimará, dándose cuenta de que como desmesurado inteligente, es de “puta madre” suicidarte por tirarte al trén y amputado gimoteando o delirando contundentemente de dolor intenso hasta el óbito, es la mejor vida para morir, nadie debe ser feliz, nuestra vida a de ser catastrófica y agonizando (combinada con problemas o conflictos, de trabajo, de pareja, económicos o de salud). Es sólido y aplomado de que debes de estar muy desanimado para entablar jerga siendo el artífice de este espeluznante coloquio, tajantemente menospreciamos percatarnos de lo que nos desanimará, eso es ser el diestro con lucidez de que todos necesitamos desmoronados físicamente y anímicamente Como causa que nos consternará degenerándonos ufanía, como entorpecernos tener mente acrecentada, no debemos considerar de que este mundo a de seguir siendo el de millones de millones de “años”, la truculenta y sanguinária batalla campal del australopithecus erectus, el no cuidarnos ni vestirnos de todos por ser melenudos teniendo el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, que el cuerpo de todos desea reacción histérica por “tocada de cojones”, es lo deseado por avivarnos los meteoros a la degeneración llamada cáncer, siendo el mismo irrevocable núcleo energético del que nos coacciona a la “brizna” del temperamento frenético que usamos brioso para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), como incrementarnos cohibidos deseando el colgarnos por depresión, la sociedad se fuerza a que le cueste memorar esa tesis. No pega conocer qué es este mundo con los conocimientos que te remiten ufanía y deseos de filantropías y civismo, tiene coalición ser inteligente con deseos de actuar perpetrando la destrucción masiva colgándose de un Dios o terrorista suicída. El deseo de ser Dios es la colérica esquizofrenia convulsiva que desea nuestro cuerpo por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Cuanto más nos forcemos a tener conocimientos positivos repugnando tajantemente los negativos, es soterrarnos la inferencia de este melodrama. Es un colosal altercado absurdo y demencial forzarnos a paladear ufanamente este mundo, el dote de esclarecer qué es este mundo, como pegarnos un tiro suicidándonos, es que en este mundo siga ocurriendo la truculenta y sanguinária batalla campal de la Apocalipsis. Para clausurar o zanjar este serial que e elaborado de forma macabra y enconada, tengo que remarcar decir de que nuestro estudiar civilizándonos para blindarnos tener temperamento ameno, es para ponernos encrucijado memorar ser Dios. El mejor y más esbelto considerar, como el topetazo de genialidad coaccionado por cadena perpétua, es absorto por rabia o genio desde minusvalías o cárcel y darte cuenta de que es cojonudo lanzarnos al vacío desde lo alto de un rascacielos “suicidándonos”. Como remitido por depresión, el mejor deseo por vivir ee que debes colgarte.
Como ponerte encrucijado ser perspicaz y tener clarividencia de toda esa macabra estampa, si quieres ser feliz civilizándote te a de costar pronosticar lo que a de seguir siendo este mundo, la apocalíptica y mortífera destructora masiva y recíproca de todo (casas y seres vivo) de millones de millones de “años”, esa corazonada la percibes por rabia o genio desde cadena perpétua (minusvalías o cárcel). Como rpeeler información de que todos debemos morir, este mubndo a deb seguir siendo la edesalmada batalla campal de los intransigentes tiempos inmemorables, cuantos más estudios y civilizados menos lucidez de esta desanimante tesis. Como tener depresión y tener deseos de topetazo de genialidad, necesitas estar muy desanimado para entablar coloquio sobre el tema catastrófico que tu mente para ser positiva repugna. Es decir de que cuanto más nos forcemos a ser positivos, es a que nos cueste lo que parece “cojonudo” que no nos cueste, que es el tema causa que se dá cuenta de que es magistral el suicidio por inteligencia. No es comp`leja la realidad, nos abrumamos lo que cuanta más lucidez, más persuadidos de que no debemos estar civilizados debiendo colgarnos. Este mundo a de ser la sanguinária y truculenta batalla campal entre todos, que la lucidez endógena nuestra mente se resigna en coaccionarnos a que deseemos colgarnos. Como por estudiar civilizándonos, repugnar congoja e información de que debemos vivir portándonos negativamente para mejor morir, es clarividencia de todo ese dote, que nos entorpece felicidad positiva. Como por estudiar civilizándonos, no debemos recopilar e instaurar desarrollo de la mente para que nos remita deseos ufanos, porque si nos la acrecentamos y deseamos repente de genialidad, es colgarnos gimoteando o delirando contundentemente.
Como del “cagarte” con todo y con todos de un Dios o terrorista suicida “descomunal absorto”, debes de estar muy desanimado desalentado anímicamente, para augurar lo que como la síntesis de este melodrama, te dás cuenta de que explosión y destrucción masiva por catástrofe o bomba atómica es lo que todos necesitamos. La “sociedad” se cree de que es de “puta madre” pronosticar todo este dote o serial, que él es incrementarse deseos de alborozo, se pone encrucijado (puede que sin constatarlo) coloquio y clarividencia de este tema (de él), ser el artífice con lucidez es como recibir reprimenda y fabular “actuando” perpetrando un colosal atentado, propagando palabrotas y teniendo endógeno férreo. Es decir de que la sociedad puede que sin percatarse de qué repugna, repugna pálpito de la matanza que a de ser sempiternamente este mundo entre todos los seres vivos, no quiere vivir estando concentrada teniendo pálpito del desgobierno histérico incivilizado que como millones de millones de “años” a de ser este mundo, los nefastos conocimientos te abocan a “pegarte un tiro suicidándote”, más feliz será cuanto más repela lo que como el cauce de este preludio es destino a colgarse, el diestro de este mundo aparte de que se dará cuenta de que nadie debe estar civilizado, se colgará. Puede que sin darse cuenta de que inteligente es lo que nadie quiere ser, por eso cuantos más estudios y civilizados más ufanía costándote, topetazo de genialidad es tirarte al trén y amputado masacrado y asesinado gimoteando o delirando contundentemente, nadie debe ser feliz, civilizarse ni vida fastuosa, como la devastadora y sanguinária batalla campal del australopithecus erectus, es un desbarajuste de simios, dinosaurios, reptiles, felinos, aves, bestias acuáticas, alimañas o tanto dá, que es una desalmada anarquía de nadie cuidarse ni vestirse por ser melenuda y tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, el cuerpo de todos que desea reacción histérica por “tocada de cojones”, es lo deseado por avivarnos los meteoros a la degeneración llamada cáncer, que su irrevocable núcleo energético nos remite a los deseos de brizna de la reacción frenética que usamos briosa para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas). Todo ese tema que parece complejo, pues forzamos a mente positiva no los acepta (son negativos), es como decir de que para forzarnos a ser felices y paladear ufanamente nuestro vivir, debemos infravalorar senda con destino a colgarnos, eso es la inferencia de esta jerga, preludio que nos informa de que este es intransigente debiendo ser la apocalípsis de millones de millones de “años”. Para clausurar o zanjar ese negativo “culebrón” que nos lo soterramos (subestimamos deseos de suicidio), tengo que ser oneroso y reiterar de que conglomerado augurar lo que somos y qué es lo mejor que podemos hacer, es como actuar siendo Dioses, rociarlo todo con “gasolina” pegarle fuego hasta que explote colgándonos, como fabular por cadena perpétua, la desmesurada rabia o genio mácula de mejor muerte, es la congoja que te induce a deseos de lanzarte al vacío suicidándote desde lo alto de un rascacielos. Todos necesitamos postrados y asesinados nefastamente, desmoronados anímicamente para mejor morir, lo cohibidos y asesinados por Dios o terrorista.
En este mundo que siempre deberá ser un apaleamiento apalizamiento masivo hasta la muerte, no es un mundo que existirá contingencia algún dia que sea civilizado, cuanto más deseos de magistral temperamento, como furia por mofgados, más el ataque de histéria por condenado a cadena perpétua, es como decir de que deseos de ser Dios, es hacer volar el hipercor colgándote un dia que esté repleto. Como perjuicio de masacrados y asesinados por catástrofe o bien de Dios. Dios es perpetrar un desorbitado atentado colgándote. Este mundo a de ser ser todos misántropos insurgentes. Es sólido que deseos de rocambolesco temperamento, que obviamente mucha sociedad no lo entiende, porque considera de radiante y de “puta madre” civilizar este mundo, es el enloquecido de no tener amistades ni seres queridos, amordazarles asesinándoles de manera macabra colgándote, el mundo alienado de bestias melenudas impetuosas e incivilizadas, el mundo de Dioses o de esquizofrénicos de la australopithecus erectus. Vivir augurando la realidad, es lo que no nos deja incrementarnos optimismo, siendo lo que nos coacciona a colgarnos. Es decir de que ver la realidad es tener pálpìto de que debemos colgarnos. Es decir de que poronosticar la realidad, es pronosticar la causa que nos produce congoja y como un diestro, nos damos cuenta de que debemos colgarnos. Es decir de que cuanto menos augurar lucidez de la realidad, menos pálpito de que es de “puta madre” colgarnos gimoteando o delirando, necesitamos de que este mundo siga siendo la viveza en cualquier acto terrorista de millones de millones de “años”, alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras. Es crucial y muy relevante decir de que desmesurada inteliencia, es el deseo de suicidio por ser “cojonudo” dejar de existir en este mundo que no debe ser con casas ni civilizado. Nadie quioere tener deseos de magistral reacción, es el colgarse dejando de existir en este desalmado mundo de todos bestias melenudas impetuosas antropófagas incivilizadas y “sin” erguir, Dios es descomunal bestia melenuda, impetuosa, incivilizada, antropófaga y “sin” erguir, el truculento y sangriento holocausto de la prehistória. Como por depresión endógena, debes de estar muy desanimado desalentado para percatarte de esa masacre que a de ser este mundo. Como costarte seguir disertación canalizada al suicidio, cuanto más te fuerces consiguiéndolo a vivir ufanamente y positivamente, más te costará resignarte a este desalmado coloquio, eso es lo que parece bien parido, conocer con lucidez todo este tema, cuanto más te cueste pálpito de él más positivo, él es análogo del deseo de suicídio.
Forzarte a ser feliz es a no elaborar este coloquio que no pega en nuestro querer optimismo y conocimientos positivos, debes de estar muy cohibido o desanimado para que como depresión, platicar teniendo clarividencia sobre la desalmada y sin casas sangrienta batalla campal que es indisoluble, en todos los tiempos mejor será nuestro temperamento y fabular, cuanto más histéricos. Evidentemente no existe ni existirá coalición en vivir civilizados con mejor vivir para morir, cuanto más férreo y a modo de viveza en ser como los terroristas por vivir, mejor morir, nadie debe civilizarse ni molificarse su deseo de actuar siendo Dios, siempre será “cojonuda” la destrucción masiva que perpetra una catástrofe, en este mundo que no a de existir amistad, casas, jovialidad, amor ni abreviada civilización, es de “puta madre” encerrar amordazando y atando con cadenas y candados a nuestros seres queridos, rociarlos con “gasolina” pegándole fuego hasta que explote colgándonos. Nadie debe ser feliz ni estar cuerdo, Dios es una bestia melenuda que como el australopithecus erectus, desea temperamento histérico, no existen casas ni está civilizada, es antropófaga y ni se pone erguida, es el mundo de Dioses o de esquizofrénicos de millones de millones de “años”. Como lucidez de lo que no te deja ser feliz, cuanto más estudies civilizándote más te costará tener pálpito de este preludio. Cuantos más estudios y civilizados más repugnar clarividencia de lo que nos darmos cuenta de que mejor es morir, la desalmada y sangrienta batalla campal que a de ser siempre este mundo. Tengo que reiterar decir de que recopilar y recopilar mejor reacción y darte cuenta que debes colgarte, es presagiarlo todo nefasto a modo de depresión y lanzarte al trén (amputado, masacrado y asesinado gimoteando o delirando).
Debes de estar muy absorto para considerarlo todo nefasto a modo de depresión, resignándote al fabular que repelemos anímicamente y puede que sin constatarlo, de que es senda que conduce a deseos de lanzarnos al trén suicidándonos, mutilados, gimoteando o delirando hasta el óbito. Eso es el considerarlo todo desgraciadamente sin deber de existir casas, amistad, jovialidad, amor ni nada por ser vivo que está hasta los “cojones” de existir vitoreando al suicídio, el murmurar negativo sobre que es de “puta madre” la explosión y destrucción masiva como por catástrofe o bien de Dios, es “cojonudo” la depresión deseando morir de un Dios o terrorista suicida (rociarlo todo con gasolina pegándole fuego hasta que explote, colgándose). Nunca debe ser civilizada la Apocalipsis o destrucción de todo y de todos de millones de millones de “años”, la truculenta y desalmada sanguinária batalla campal de la intransigente australopithecus erectus, el alienado mundo mortífero de matanza masiva entre todos, que es el holocausto de nadie cuidarse ni vestirse por ser melenuda debido al tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, los meteoros que nos “tocan los cojones” (avivación a la degeneración llamada cáncer), y que nuestro cuerpo se pone histérico, es el mismo irrevocable núcleo energético del que nos remite a los deseos de brizna de la reacción frenética que usamos briosa para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), él también es el que nos coacciona a los deseos de colérica esquizofrenia convulsiva por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Debes de tener una canera depresión endógena para ser el artífice con lucidez de este melodrama negativo (desear pegarte un tiro sucidándote por ser un desgraciado con considerar no soterrado). Es decir de que como desmán de inteligencia, indagar e indagar qué es este mundo y qué es lo mejor que ponemos hacer, es causa canalizada al percatarnos de que es el morir deseado por topetazo de genialidad, es como el deseado por cadena perpétua (rabia o genio por minusvalías o cárcel). Para clausurar o zanjar el cauce desanimante de este coloquio que más nos costará elaborar clarividencia cuanta más ufanía (estudios, matrimónio placentero o etc), tengo que ser oneroso y reiterar decir de que a sido traspié forzarnos a ser positivos en esta indisoluble anarquía. Parece un “bien parido” dote confeccionar este bloque de premoniciones nefastas que para ser feliz debes infravalorar, No es sublime considerarlo todo nefasto para ejercer tu vida fastuosa y civilizada, que el mejor vivir para morir es agonizar, debo remarcar de que este mundo a de seguir siendo la viveza en todos los actos terroristas de tiempos remotos (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras), desbarajuste de bestias bravías histéricas, incivilizadas, antropófagas y “sin” erguir, simios, dinosaurios, reptiles, felinos, aves, bestias acuáticas, alimañas o tanto dá qué. El desenlace de estos negativos conocimientos “absortos” no pegan en nuestro querer tener conocimientos positivos siendo felices.




Más feliz y optimista será tu vida cuanto más te cueste tener conocimientos del considerar magistral de qué es y a de ser este mundo, porque profetizar con lucidez de este bloque de premoniciones, es lo que te desanima más considerando de que debes colgarte. Como la depresión que anímicamente repugnamos “lanzándonos al tren y suicidarnos amputados delirando o gimoteando contundentemente hasta el óbito”, debes de augurarlo todo muy negativo para pronosticar el intransigente mundo sin casas y viveza en batalla campal que a de ser siempre éste. Como darnos cuenta por depresión del macabro considerar de un terrorista suicída, debes estar muy cohibido para elogiar al considerar de que este mundo a de seguir siendo el mortífero de la australopithecus erectus, nunca existirá contingencia en que sea factible o viable civilizarlo. Es decir de que pálpito de qué es este mundo, es lo que estudiando y civilizándonos nos lo soterramos, adverso al forzarte a ser feliz estudiando, matrimónio placentero o etc, cuanto más desanimado desalentado más lucidez endógena de que explosión y destrucción masiva por catástrofe o bomba atómica es un bien de Dios y es “cojonudo” acontecimiento, topetazo de genialidad, por degenerado anímicamente “absorto” es la causa de colgarse por ser vivo inteligente. Es decir de que el proceso de este mundo, es la causa que le remite a deseos de ser Dios a un terrorista suicida, persuadido de que este mundo a de seguir siendo la Apocalipsis de millones de millones de “años”. El mundo de sangrienta y recíproca reacción histérica entre todos que es disturbio de simios, dinosaurios, reptiles, felinos, aves, bestias acuáticas, alimañas o tanto dá, desbarajuste de incivilizadas e impetuosas bestias melenudas por no cuidarse que ni se viste por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, por “tocada de cojones” de los meteoros nuestro cuerpo como por paródia desea reacción histérica endógena, la coaccionada por el mismo núcleo energético que nos remite a la brizna de reacción frenética que usamos briosa para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), esa avivación de los meteoros a la degeneración llamada cáncer, como por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad con drogas, accidentes o sicopatías, tanto dá edad, espécie o sexo, el cuerpo de todos desea colérica esquizofrenia convulsiva. Todo este preludio que estoy confeccionando, nos cuesta percatarnos de él por nosotros mismos generarnos un lienzo anímico para no esclarecer causa que nos incrementa conocimientos agonizantes que nos incrementan deseos de colgarnos (conglomerada mejor solución). Es sólido y aplomado de que el dote de augurarlo todo negativo ralentizados, es esta retórica que es mácula que demuestra depresión. Para clausurar o zanjar este contexto que e elaborado y que es la clarividencia negativa que no debemos tener para ser ufanos, tengo que ser oneroso reiterando de que es un altercado absurdo y demencial civilizados y fastuosos para morir, vivir portándonos civilizadamente no tiene coalición con mejor morir. La inferencia de este dote que como causa melancólica que nos remite deseos de colgarnos, la sociedad no quiere tener clarividencia. Es qué él es esclarecer “fictíciamente” que debes colgarte o ponerte el cuerpo lleno de bombas immvolándote en tu paso por medio de una muchedumbre de “gente”. Eso es ser Dios, perpetrar la destrucción masiva que ejerce una catástrofe



El que cuanta más depresión y deseos de pegarnos un tiro por vivir tengamos, es vivir augurando topetazo de genialidad, en esta mortífera sanguinária batalla campal de mundo, nadie debe ser feliz, no a de existir la amistad, las casas, la jovialidad, el amor ni la abreviada civilización, como que para ser felices y civilizados debemos generarnos un lienzo anímico para repeler pronosticar que debemos colgarnos (el desenlace de esta intransigente australopithecus erectus), eso es la inferencia del mundo repleto de histéricas bestias con temperamento incivilizado y antropófagas que a de ser éste. El alienado mundo de nadie cuidarse ni vestirse por ser melenuda y tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, eso es la depresión que como que nos debemos colgar, cuanta más, más lucidez de este “caótico” melodrama. El cuerpo de todos se pone histérico por “tocada de cojones”, es lo que todos los seres vivos desean por avivación de los meteoros a la degeneración llamada cáncer (tanto dá edad, espécie o sexo), que su irrevocable núcleo energético nos remite a la brizna del frenético que usamos brioso para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas poarecidas). Como causa que te degenera deseos de ufanía y optimismo, cuanto más estudies civilizándote más te c ostará percatarte de esta tesis, eso es costarnos tener depresión colgándonos, esta conglomerada retórica negativa. Es un colosal altercado absurdo y demencial soterrarnos pálpito para ser felices, como lucidez de esta depresión, es “cojonudo” lanzarnos al tren y mutilados gimoteando o delirando hasta el óbito. Para clausurar o zanjar este vitorear al colgarnos que nos a de costar elaborarlo para ser felices, diré que como inteligente, el diestro que se dá cuenta de que este mundo a de seguir siendo el devastador y sin casas de millones de millones de “años”, como temperamento de ser Dios o terrorista suicída, se pondrá el cuerpo lleno de bombas immvolándose en su paso por medio de una colosal muchedumbre de “gente”. Todo este dote o serial, cuanto más feliz quieras ser, más te debe de costar percatarte. Hacer fabular negativo a la sociedad (lo que le desalentará desanimándole), es instaurar coloquio de ese nefasto tema, como el cauce de la depresión destino a pegarse un tiro suicidándose, es clarividencia y acrecentarse este “culebrón”, que tengo que ser oneroso y reiterar de que no pega en tener conocimientos positivos en la mente. Todo este conglomerada disertación que es la depresión por vivir que subestimamos, es manifestar haciendo eco de que a sido traspié civilizar ejerciendo fastuosa, la vida agonizando apaleándonos y apalizándonos entre todos hasta el óbito que a dfe ser siempre este mundo




Como que repelemos lucidez de lo que nos desalentará desanimándonos, cuanto más felices y optimistas queramos ser, menos conocimientos inteligentes debemos tener de que es indisoluble el que este mundo sea una desorbitante batalla campal, como la sanguinária y desalmada apocalípsis de millones de millones de “años” (como la australopithecus erectus). El cuerpo de todos que desea furiosa reacción histérica por “tocada de cojones”, es por la avivación de los meteoros a la degeneración llamada cáncer que debemos notarlo descomunal por no cuidarnos y ni vestirnos por ser melenudos y tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, aparte de que el irrevocable núcleo energético que nos remite esos deseos histéricos es el que nos remite a la brizna del frenético que usamos brioso para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), nos coacciona a la colérica esquizofrénia convulsiva por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Todo este bloque de conocimientos negativos que estoy elaborando, se puede considerar de que son destino a darnos cuenta de la mortífera matanza masiva que a de ser siempre este mundo (debemos repugnar considerarlos para tener conocimientos ufanos), como el deseo de pegarte un tiro suicidándote por depresión, no pega en el considerarlo todo con alborozo y civilizarnos, pegan en el recopilar instaurar considerar de un Dios o terrorista suicída. Es decir de que el diestro inteligente de este mundo, considerará de que es “cojonudo” colgarse, ya que estará persuadido de forma endógena de que no a de existir la amistad, las casas, la jovialidad, el amor ni la abreviada civilización. Todo este melodrama negativo que no debemos augurar para ser felices, es lo que consideras por absorto (rabia o genio por cadena perpétua, minusvalías o cárcel). Es decir de que topetazo de genialidad es el colgarte que deseas por depresión. Para clausurar o zanjar este serial, con cauce canalizado al suicidio, es muy relevante no pronosticarlo para tener alborozo. Él te aboca a congoja y deseos de colgarte. Es un altercado absurdo y demencial soterrarnos este negativo serial para civilizarnos, es un necesario para todos vivir tormento agonizante (combinar nuestro vivir con problemas o conflictos, de trabajo, de pareja, económicos o de salud), la mejor muerte es por descomunal excitación eretisofrénica de neuronas, estando hasta los cojones de vivir. Como por estudiar, opulencias o matrimónio placentero, cuanto más nos forcemos consiguiéndolo a ser positivos, más nos costará percatarnos de todo lo que se asemeja a este preludio. La inferencia de este “sublime” dote, es que forzarnos a optimismo es a ponernos encrucijado clarividencia de esta disertación. El desenlace de esta retórica es fabular sobre lo que nadie quiere (puede que sin saberlo) abordar, indagar y solventar, este serial abreviado es que es de “puta madre” explosión y destrucción masiva por catástrofe o bomba atómica. La negativa realidad menos memorarla cuanto más forzados a positivos paladeando ufanamente nuestro vivir.

Nuestro vivir a de ser histérico en este mundo que como millones de millones de “años”, a de ser la indisoluble y apocalíptica mortífera matanza masiva entre todos, todos necesitamos de que este mundo sea viveza en todos los actos terroristas (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras), a de ser el mundo sin amistad, casas, jovialidad, amor ni abreviada civilización, que serás feliz si te cuesta confeccionar esa lucidez, si recopilas e instauras mejor considerar, como por drogado augurarás la sanguinária y truculenta batalla campal (puede que sin saber manifestar de que es topetazo de genialidad). Mucha sociedad se cree de que es factible o viable civilizar este mundo, que la senda magistral concluye siendo felices, todo es fictício y erróneo, este mundo nunca deberá tener un cauce civilizado y desmoronados anímicamente y físicamente por vivir siempre será rocambolesco (postrados anímicamente). Es decir de que nuestra dosificada mejor o peor muerte, se debe al asemejados por vivir de perjuicio de masacrados y asesinados gimoteando o delirando por un Dios que se ponga el cuerpo lleno de bombas immvolándose (el genocidio que perpetra una catástrofe), nadie debe ser feliz ni vida fastuosa, nunca existirá coalición en morir por vivir civilizadamente, con mejor vivir para morir. Parece una chulada de dote ser el artífice de este serial que estoy capitaneando, él es destino al pegarnos un tiro suicidándonos que debemos repugnar pronosticarlo para instaurar ufanía. Este melodrama es el desequilibrado que te vuelves por condenado a cadena perpétua, la desmesurada rabia o genio que te remite a deseos de suicidarte lanzándote al “trén”. Como la matanza prehistórica entre todos los seres vivos del, australopithecus erectus (desbarajuste de alienados en incivilizados simios, dinosaurios, reptiles, felinos, aves, bestias acuáticas, alimañas o tanto dá), es mundo de ser todos melenudos por no cuidarnos que ni nos vestimos por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, el cuerpo de todos que desea reacción histérica inconsciente por “tocada de cojones”, es por la avivación de los meteoros a la degeneración llamada cáncer, y que el indisoluble núcleo energético que nos remite a esos deseos histéricos es el que nos coacciona a la brizna del frenético que usamos brioso para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), él es el que por avivarnos a cualquier otra herida enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías), nos remite furiosos y coléricos ataques de esquizofrenia convulsiva. Para clausurar o zanjar todos esos conocimientos negativos y pesimistas, que nos costará abordarlos e indagarlos si nos forzamos a ser positivos, tengo que ser oneroso y remarcar decir de que este bloque de premoniciones, nos desalentan desanimándonos y puede que sin constatarlo nos los soterramos. Como rociarlo todo con “gasolina” pegándole fuego hasta que explote colgándonos, todos necesitamos postrados y asesinados gimoteando o delirando contundentemente en esta enloquecida y sangrienta batalla campal de mundo. Como encubrirnos lo que nos desanima para ejercer alborozo ufano, es un altercado absurdo y demencial subestimar ser inteligentes, nosotros mismos nos creemos de que es sublime la inteligencia que hemos descompuesto para civilizarnos, un diestro se colgará. Debes de estar muy cohibido para profetizar este preludio.
Como causa que nos agobiará considerando de que es de “puta madre” colgarnos gimoteando o delirando hasta el óbito, a nadie le interesa tener mente desarrollada y conocer la macabra realidad, que mucha gente no augura de que es mundo repleto de histéricos e incivilizados terroristas, la realidad se puede conglomerar en la causa de lanzarse al trén y suicidarse por ser vivo inteligente. A sido traspié soterrarnos poniéndonos encrucijado percatarnos del gran genocidio que a de ser este mundo para civilizarnos, siempre como topetazo de genialidad canalizado destino al suicidio, topetazo de genialidad es lo que debemos hacernos entre todos, gran paliza gimoteando o delirando contundentemente hasta el óbito, nadie debe morir por vivir civilizadamente y sin tormento de vida agonizando. Toda esta negativa retórica no pega en nuestro querer ser optimistas, como que nos deleguen de que nos hemos de suicidar, lanzarnos al vacío desde lo alto de un rascacielos, consideraremos de que es lo mejor que podemos hacer si tenemos clarividencia de este contexto. Todo este considerar negativo que tajantemente lo infravaloramos se le puede llamar depresión, es lo que te coacciona al considerar de un Dios de “cagarse” con todos y con todo. Cuanto más inteligente con pálpito de todos melenudos y con histéria inconsciente, más pronosticar lo de “puta madre” que es la explosión y destrucción masiva por catástrofe o bomba atómica. Tengo que ser oneroso y reiterar de que todo este preludio es lo que conoces endógenamente por condenado a cadena perpétua y en muchos casos no te sabes expresar, cuanto más condenado más lucidez de esta disertación. Como recibir reprimenda y tener furia colérica, para mejor morir necesitas que te toquen mucho los “cojones” deseando explosión de todo. La mejor muerte se debe al vivir tormento agonizante, es traspié la vida fastuosa y civilizada para morir, todos debemos combinar nuestra existencia con problemas o conflictos (de trabajo, de pareja, económicos de salud, vida nefasta y a modo de indigente. Amordazar, apalear apalizando hasta el óbito colgándote, es magistral e inteligente temperamento.
Nos forzamos anímicamente y puede que sin constatarlo, a no augurar lo que nos desanima incrementándonos deseos de colgarnos, eso es lo “mierda” que como millones de millones de “años” a de ser sempiternamente este mundo, nunca será factible ni viable civilizarlo (contingencia revocada), la viveza apocalíptica en todos los actos terroristas (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras), que nuestro ser felices y civilizarnos, consiste en que nos cueste lucidez siendo el artífice, como la depresión o topetazo de genialidad, cuanto más inteligentes, más perpetrar la destrucción masiva que ejerce una catástrofe o bien de Dios (ponerte el cuerpo lleno de bombas, immvolándote en tu paso por medio de una colosal muchedumbre de “gente”). Es sólido y aplomado de que como por estudios o matrimónio placentero etc, cuanto más nos forcemos a ser felices consiguiéndolo, es a que nos cueste abordar e indagar todo este serial nefasto. Evidentemente recopilar y recopilar instaurar este dote que estoy capitaneando, es instaurar lo que te hace considerar que debes pegarte un tiro suicidándote. La mortífera matanza masiva y recíproca del australopithecus erectus que repugnamos pálpito y que como clarividencia de este preludio parece sublime considerarla, a “nadie” le interesa considerar lo que se dará cuenta de que lo mejor es tirarse al trén suicidándose, eso es el todos melenudos por no cuidarnos que ni nos vestimos de la intransigente prehistória, el cuerpo de todos que se pone histérico por “tocada de cojones”, es lo que todos debemos desear (tanto dá edad, especie o sexo) por avivación de los meteoros a la degeneración llamada cáncer, el irrevocable núcleo energético que nos coacciona a ese deseo histérico por “tocada de cojones”, es el que nos remite a la “brizna” del frenético que usamos brioso para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), él es el que nos genera a deseos de colérica reacción de esquizofrenia convulsiva por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Como soterrarnos lo que nos desanima, nos cuesta esclarecer esta premonición, por infravalorar pesadumbre y deseos de topetazo de genialidad (colgarnos). Para clausurar o zanjar esta causa de suicídio que anímicamente y para civilizarnos nos la ofuscamos, tengo que ser oneroso y reiterar de que es un altercado absurdo y demencial civilizarnos para ser felices, el diestro de este mundo se pegará un tiro suicidándose puede que sin saber expresar porqué, nunca deberá ser civilizada la apocalíptica y sangrienta batalla campal de millones de millones de “años”, desbarajuste de alienados, incivilizados y misántropos simios, dinosaurios, reptiles, felinos, aves, bestias acuáticas, alimañas o tanto dá qué. La inferencia de esta estampa que estoy propagando, te hace cavilar resignándote a que debes suicidarte. Cuanto más inteligente, como perjuicio de la contundente explosión y destrucción masiva por catástrofe o bomba atómica, más enaltecer vitoreando a los Dioses o terroristas.
Como costarnos augurar mejor reacción, si queremos ejercer ufana y fastuosa esta batalla campal de mundo que todos debemos ser como los histéricos e incivilizados terroristas, debemos entorpecernos el desarrollo de la mente y pronosticar topetazo de genialidad, es lo de “puta madre” que es vivir agonizante depresión y pegarnos un tiro suicidándonos. Es decir de que la ijnferencia de la mejor información, nos informa de forma endógena y puede que sin sabernos expresar, de que debemos suicidarnos gimoteando o delirando, es el colgarse por el diestro inteligente de este mundo, nadie debe ser feliz ni ejercer este mundo civilizado, a de ser secuencia de la devastadora y desalmada australopithecus erectus, todos coléricos e incivilizados sin casas, amistad, ufanía, amor ni nada, una mortífera y sangrienta Apocalipsis. Es crucial y muy relevante remarcar de que el desenlace de este contexto es la depresión que te remite a deseos de pegarte un tiro suicidándote. Como info4rmar del contenido de este coloquio (de esta estampa) si quieres de que un ser vivo se dé cuenta de que debe suicidarse, debes de hacerle darse cuenta del todos terroristas que a de ser este mundo, y que cuanto más postrado anímicamente por vivir mejor morir. Nadie debe morir por vivir portándose civilizadamente y sin vivir vida agonizante. Aunque sea combinando nuestrasb vidas con problemas o comnflictos (de trabajo,m de pareja, económkicos o de salud), sufrimiento de vida y “hasta los cojones” de todo y de todos, como el considerar de un Dios o terrorista suicída, es esbelta inteligencia. La inferencia de esta jerga, nos a de ser encrucijado considerarla para ser felices. Como deseos de morir por condenado a cadena perpétua, cuanto más absorto más convicción de que no debemos estar civilizados ni ser felices.
Voy a propagar un melodrama nefasto (la indisoluble apocalípsis o destrucción de todo y de todos que a de ser sempiternamente este mundo, como la devastadora y sin casas australopithecus erectus), que no pega en nuestro forzarnos a considerar positivo que nos queremos generar, que cuanta más lucidez y comprensión más deseos de “lanzarnos al trén y suicidarnos mutilados agonizando hasta el óbito), eso es lo que a de ser este mundo, el considerar de un Dios o de un terrorista suicida, nadie debe ser feliz y civilizarse, este es el alienado mundo de tener todos temperamento histérico de terrorista (la truculenta y sanguinária batalla campal entre desbarajuste de alienados, impetuosos e incivilizados simios, dinosaurios, reptiles, felinos, aves, bestias acuáticas, alimañas o tanto dá qué), el todos melenudos por no cuidarnos que ni nos vestimos por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, por “tocada de cojones” de los meteoros (avivación a la degeneración llamada cáncer), el mismo irrevocable núcleo energético que nos remite a la “brizna” de energía frenética que usamos briosa para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), nos coacciona a que deseemos el temperamento histérico que todos los seres vivos debemos tener (tanto dá edad, espécie o sexo), es como los coléricos ataques de esquizofrenia convulsiva que deseamos por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías), el desenlace de este negativo considerar que nos incrementa congoja y se puede canalizar destino al darnos cuenta que debemos colgarnos. Todos para mejor morir necesitamos mente postrada anímicamente coaccionada por nuestro vivir, un Dios como un desmesurado terrorista deben actuar perpetrando la destrucción masiva que ejerce una catástrofe “colgándose”. No existirá nunca coalición en vivir civilizados, con mejor vivir para morir. Para clausurar o zanjar este serial desanimante que parece una chulada de dote capitanearlo, tengo que ser oneroso y reiterar de que este mundo a de ser viveza en cualquier acto terrorista (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras), nunca será factible ni viable civilizarlo (contingencia revocada). Como una de las muchas causas que nos desaniman resignándonos a que es de “puta madre” pegarnos un tiro suicidándonos, toda esta estampa nos degeneramos lucidez para ser ufanos, es el colgarte que auguras por condenado a cadena perpétua (rabia o genio por minusvalías o cárcel). Eso es recopilar y recopilar topetazo d geneialidad, el tirarte al trén suicidándote por tener mejor pálpito (neuronas excitadas eretisofrénicamente). Para paladear con alborozo nuestro ritual vivir, nos a de costar entablar coloquio con clarividencia de la inferencia de este considerar catastrófico, cuanto más cohibido, como desear colgarte, más lucidez de esta desanimante jerga. Nadie (puede que sin constatarlo) quiere estar absorto y deseos de mejor solución. Es el colgarse dándole por el culo al existir en este desalmado mundo que a de estar repleto de briosos terroristas histéricos, te costará concentrarte, abordándolo e indagarlo si te fuerzas consiguiéndolo a ser feliz.
Si queremos tener lealtad, civismo y temperamento mitigado, nos a de costar confeccionar lucidez de que este mundo a de ser el devastador y sangriento como por la explosión de una catástrofe o bomba atómica, este a de ser el mundo incivilizado y “sin” casas repleto de bestias melenudas incivilizadas antropófagas y “sin” erguir como de un documental bravío de la tele. Como información entristecedora que debemos colgarnos, eso es el gradual considerar de este preludio, cuanta más lucidez endógena menos repelerlo anímicamente. Es decir de que como absortos considerando este melodrama, al ,forzarnos a ser felices y optimistas, subestimamos conocer lo que nos desanimará, eso es la truculenta y sangrienta recíproca batalla campal que a de ser este mundo, unos conocimientos que abreviados es la causa que nos remite a deseos de pegarnos un tiro suicidándonos. Es sólido y aplomado de que una conglomerada mejor reacción a la inferencia de este considerar nefasto, es rociarlo todo con “gasolina” pegándole fuego hasta que explote colgándonos, en este mundo que no debe ser con casas ni civilizado, explosión y destrucción masiva por catástrofe es la necesidad de todos. Como causa que nos degenera alborozo, cuanto más civilizados (estudios, matrimónio placentero o etc), más costarte abordar, indagar y solventar este macabro tema. No es encrucijado y complejo estar absortos, es el lienzo por el cual repelemos clarividencia de lo negativo para civilizarnos siendo felices. Evidentemente el compendio de este serial es que si queremos ser felices y civilizarnos, nos a de costar augurar la sangrienta batalla campal que a de ser siempre, todos necesitamos viveza en que este mundo sea cualquier acto terrorista (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras). Como tener mente desarrollada considerando la sangrienta y truculenta batalla campal entre todos que a de ser este mundo, cuanto más nos forcemos a ser felices consiguiéndolo (estudios, matrimónio placentero o etc), es a no ser inteligentes augurando esa dinámica del intransigente australopithecus erectus, que es el pegarse un tiro suicidándose de un diestro, todos necesitamos de que este mundo sea viveza en cualquier acto terrorista (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras), es traspié civilizados y fastuosos con eutímia para mejor morir (nunca existirá contingencia en que tenga coalición). Cuanto más nos civilicemos obviamente más felices y optimistas, por degenerarnos el dote de considerar la apocalíptica matanza entre todos que a de ser sempiternamente este mundo, civilizados está equiparado al ponerte encrucijado percatarte del ser todos terroristas, que como millones de millones de “años” a de ser siempre este mundo. Parece una chulada tener lucidez de todo este nefasto considerar que debes soterrártelo para ser ufano, como información endógena que debes colgarte, la sociedad la infravalora, puede que sin darse cuenta de qué repugna. La realidad es el puzle que desde tiempos inmemorables descomponemos, cuanto más lo compongamos (incrementarnos absorto), es la mortífera matanza apocalíptica de millones de millones de “años”, el todos melenudos por no cuidarnos que ni nos vestimos por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, que la “tocada de cojones” de los meteoros (avivación a la degeneración llamada cáncer), el mismo núcleo energético que nos remite a la brizna de los deseo frenéticos que usamos briosos para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), nos remite a los deseos interiores de temperamento histérico, es como la furiosa colérica esquizofrenia convulsiva que deseamos por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Como darte cuenta del serial que te degenera ufanía, cuanto más te civilices más te costará pálpito de la desalmada sanguinária batalla campal que a de ser siempre este mundo. Esta disertación que estoy capitaneando propaga de que este mundo nunca debe ser cuerdo ni civilizado. Es un altercado absurdo y demencial ponernos revesado confeccionar la realidad para ser felices, nos cuesta pronosticar el desenlace de esta estampa, por generarnos un lienzo anímico incrementándonos positivos, repeliendo fabular sobre lo consternante. Todo este conglomerado preludio, nos cuesta cavilar, abordarlo e indagarlo, por tajantemente menospreciar lo negativo. Ser inteligentes, como por condenado a cadena perpétua (rabia o genio por minusvalías o cárcel), es el vertiginoso deseo de colgarte que si ralentizas esa depresión, es la inferencia de este contexto. Para clausurar o zanjar esta caótica jerga que e elaborado, diré de que para ser el artífice con clarividencia de ella, necesitas deseos de “cagarte” con todos y con toco con neuronas excitadas eretisofrénicamente.



Como tener mente desarrollada y augurar mejor solución, cuanta más lucidez de la mortífera y sanguinária batalla campal que a de ser perpetuamente este mundo, es lo que te induce a colgarte (puede que sin considerarlo). Es decir de que para ejercer este mundo civilizado y fastuoso, nos hemos descompuesto conocer la truculenta Apocalipsis que a de seguir siendo este mundo, nos cuesta estar absortos y ser inteligentes, porque no nos interesa componerla y es el colgarse por ser vivo inteligente, considerando la sangrienta y truculenta batalla campal entre todos que a de ser este mundo, cuanto más nos forcemos a ser felices consiguiéndolo (estudios, matrimónio placentero o etc), es a no ser inteligentes augurando esa dinámica del intransigente australopithecus erectus, que es el pegarse un tiro suicidándose de un diestro, todos necesitamos de que este mundo sea viveza en cualquier acto terrorista (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras), es traspié civilizados y fastuosos con eutímia para mejor morir (nunca existirá contingencia en que tenga coalición). Cuanto más nos civilicemos obviamente más felices y optimistas, por degenerarnos el dote de considerar la apocalíptica matanza entre todos que a de ser sempiternamente este mundo, civilizados está equiparado al ponerte encrucijado percatarte del ser todos terroristas, que como millones de millones de “años” a de ser siempre este mundo. Parece una chulada tener lucidez de todo este nefasto considerar que debes soterrártelo para ser ufano, como información endógena que debes colgarte, la sociedad la infravalora, puede que sin darse cuenta de qué repugna. La realidad es el puzle que desde tiempos inmemorables descomponemos, cuanto más lo compongamos (incrementarnos absorto), es la mortífera matanza apocalíptica de millones de millones de “años”, el todos melenudos por no cuidarnos que ni nos vestimos por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, que la “tocada de cojones” de los meteoros (avivación a la degeneración llamada cáncer), el mismo núcleo energético que nos remite a la brizna de los deseo frenéticos que usamos briosos para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), nos remite a los deseos interiores de temperamento histérico, es como la furiosa colérica esquizofrenia convulsiva que deseamos por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Como darte cuenta del serial que te degenera ufanía, cuanto más te civilices más te costará pálpito de la desalmada sanguinária batalla campal que a de ser siempre este mundo. Esta disertación que estoy capitaneando propaga de que este mundo nunca debe ser cuerdo ni civilizado. Es un altercado absurdo y demencial ponernos revesado confeccionar la realidad para ser felices, nos cuesta pronosticar el desenlace de esta estampa, por generarnos un lienzo anímico incrementándonos positivos, repeliendo fabular sobre lo consternante. Todo este conglomerado preludio, nos cuesta cavilar, abordarlo e indagarlo, por tajantemente menospreciar lo negativo. Ser inteligentes, como por condenado a cadena perpétua (rabia o genio por minusvalías o cárcel), es el vertiginoso deseo de colgarte que si ralentizas esa depresión, es la inferencia de este contexto. Para clausurar o zanjar esta caótica jerga que e elaborado, diré de que para ser el artífice con clarividencia de ella, necesitas deseos de “cagarte” con todos y con toco con neuronas excitadas eretisofrénicamente. Todo conglomerar topetazo de genialidad, como abreviar toda esta información, aparte de que es la causa por la cual consideramos de que es rocambolesco colgarnos, quiere decir de que si queremos ser felices civilizándonos, nos a de costar ser Dioses considerando de que todos necesitamos vivir agonizando y morir, es el subterfugio que expresas por cadena perpétua. Es sólido y aplomado de que este mundo a de seguir siendo el abominable ser todos histéricos e incivilizados terroristas de millones de millones de “años”, sin casas y como la sangrienta batalla campal de un documental bravío de la tele. Como recopilar, instaurando depresión y darte cuenta de que es de “puta madre” lanzarte al trén suicidándote amputado y gimoteando delirando hasta el óbito, a nadie le interesa componer qué es este mundo, tengo que ser oneroso y reiterar de que nos hemos descompuesto ser el diestro, repente de genialidad es colgarnos. “se aprende considerar positivo, propagando el negativo”


Cuanto más civilizados y forzarnos a vida positiva, más repeler resignándonos a este contexto (el dote de tener lucidez de que la vida civilizada no a de existir, debemos lanzarnos al trén y mutilados y asesinados gimoteando o delirando contundentemente), si consigues tener la negativa clarividencia de que esa reacción es sublime, consideras de que la vida civilizada no a de existir, no a de existir la amistad, las casas, el amor ni la abreviada civilización, es el considerar de un Dios o terrorista suicída (ponerte el cuerpo lleno de bombas immvolándote en tu paso por medio de una colosal muchedumbre de “gnte”), es como lo devastador y sin casas que a sido este mundo millones de millones de “años”, es decir de que como topetazo de genialidad, cuanto más conocer lo que a de ser siempre este mundo, y qué a de ser este mundo para todos, es como más deseos de pegarnos un tiro suicidándonos, entre todos (que todos debemos ser terroristas, viveza en sangrienta batalla campal), debemos maltratarnos, hacernos sufrir de tormento y asesinarnos, a de ser como el truculento de un documental bravío de la tele. Eso es la horripilante y desalmada australopithecus erectus que es traspié soterrarnos considerarla para erigir forzada ufanía. Hemos descompuesto y nos ponemos encrucijado el suicidio por ser vivo inteligente, el mundo de ser todos melenudos terroristas por no cuidarnos que ni nos vestimos por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, como furia deseada por parodia, la “tocada de cojones” de los meteoros (avivación a la degeneración llamada cáncer), el mismo irrevocable núcleo energético que nos remite a la brizna de los deseos frenéticos que usamos briosos para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), nos coacciona a la “persistente” histeria que todos debemos tener el temperamento (tanto dá edad, espécie o sexo), es como la colérica esquizofrenia convulsiva que él nos hace desear por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Como lo que por su inferencia nos damos cuenta que debemos colgarnos, cuantos más estudios y civilizados más repugnar coloquio sobre ese tema que nos acrecenta la mente. Parece una chulada ser el artífice de este serial que estoy capitaneando, él te acrecenta la mente y como absorto, te dás cuenta de lo que a de ser este mundo para todos, un sangriento holocausto, como la explosión y destrucción masiva por catástrofe o bomba atómica. Para clausurar o zanjar este bloque de premoniciones que tienen un cauce melancólico y nostálgico, tengo que ser oneroso y reiterar decir de que nadie quiere tener mente desarrolada. Toda esta retórica se puede conglomerar en lo desmesurado absorto por condenado a cadena perpétua (rabia o genio por minusvalías o cárcel).
Puede que sólo constatando la sociedad de que estudia civilizándose para incrementarse positiva repeliendo congoja anímica, la sociedad se pone encrucijado percatarse del ser todos terroristas que a de ser este mundo, el mundo sin casas y sangrienta batalla campal que se puede canaliazar destino al pegarnos un tiro suicidándonos. Es sólido y aplomado de que el diestro inteligente de este mundo, se dará cuenta de lo agonizando, delirando o gimoteando hasta el óbito necesidad de todos, el desalm ado mubn do prehistórico de hacérnoslo entre todos, la Apocalipsis de millones de millones de “años” que es traspié cuerda y civilizada. El rédito de este diálogo o controversia, es el mundo de viveza siendo todos terroristas, que es el sin casas y sanguinária batalla campal que nunca existirá contingencia en que deba ser civilizado. En el todos (tanto dá edad, espécie o sexo) bestias histéricas, melenudas, incivilizadas, antropófagas y “sin” erguir que a de ser este mundo, mejor deseo es amordazar, apaleando y apalizando hasta el óbito gimoteando o delirando, masivamente que es el Dios que ejerce un terrorista. El dote de tener lucidez capitaneando este melodrama, es como “estar hasta los cojones” de todo por condenado a cadena perpétua (minusvalías o cárcel).. Como lo absorto deseando topetazo de genialidad suicidio, es de “puta madre no existir en este munjdo que a de ser viveza en todos los actos terroristas (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras). Es decir de que la mejor deducción del vivir por absorto, es el pegarte un tiro suicidándote por cadena perpétua (rabia o genio por minusvalías o cárcel). Abordar e indagar mejor reacción, es el suicídio por reprimenda, debes de estar muy desanimado para tener clarividencia fabulando sobre ese catastrófico tema.


Nos cuesta augurar la realidad (la Apocalipsis que como millones de millones de “años” a de seguir siendo este mundo), porque anímicamente repugnamos lucidez de todo lo que nos desanimará y nos produce depresión y deseos de topetazo de genialidad, lo que se asemeja a colgarnos, eso es el perpetrar la destrucción masiva que ejerce una catástrofe por ser vivo inteligente (el diestro de este mundo). Es decir de que como pálpito de que no debe de existir casas, civilización, nada ni nadie, para ser feliz civilizándose la sociedad infravalora pronosticar este absorto. Cuanta más mente acrecentada endógenamente, como conocimientos de las devastadora australopithecus erectus, más deseos de colgarte puede que sin saber expresar porqué. Como darte cuenta de la causa que te produce congoja anímica resignándote a que debes pegarte un tiro suicidándote, por condenado a ser Dios o descomunal depresión, auguras lo repleto de histéricos e incivilizados terroristas que a de ser sempiternamente este mundo. Es decir de que como mente excitada por depresión, pálpito negativo de que debes colgarte es la senda canalizada por presentir el mundo sin casas y todos melenudos por no cuidarnos que ni nos vestimos por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes que a de ser sempiternamente este mundo, el temperamento histérico que deseamos todos los seres vivos (tanto dá edad, espécie o sexo), es por la “tocada de cojones” de los “meteoros”). El cuerpo de todos desea reacción histérica por “tocada de cojones”, es por la avivación de los meteoros as la degeneración llamada cáncer, y que es el mismo irrevocable núcleo energético que el que nos remite a la brizna de los deseos frenéticos que usamos briosos para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas). Como costarte percatarte de que lo mejor es pegarte un tiro, a nadie le interesa tener pálpito de este melodrama que estoy confeccionando, en lo civilizado, fastuoso y ufano que quiere vivir la sociedad, no acepta (puede que sin constatarlo), abordar e indagar este desanimante coloquio Laq senda de esta “mierda” de contexto que te hace cavilar dándote cuenta de que no debemos estar civilizados, es el “bien parido” dote que la socioedead tiene soterrado. Para clausurar o zanjar este serial que te desarrolla la mente y que lo mejor que te puede coaccionar a reacción es a colgarte, tengo que ser oneroso y reiterar decir de que esta conglomerada estampa, no debes augurar su desenlace para ser feliz y como por topetazo de genialidad, no tener deseos endógenos de mala suerte o de tener un accidente.


Nos cuesta ser Dios o tener el topetazo de inteligencia de conocer el proceso de este mundo, porque como recopilar lo que nos generará depresión dándonos cuenta endógenamente de que es de “puta madre” pegarnos un tiro suicidándonos, no dejamos de que nuestra mente sea negativa y nos remita deseos desanimados de vivir, como mácula que demuestra desalentado desanimado, para ser el artífice capitaneando este contexto desanimante, debes de tener canera depresión mental, murmurar fabulando “cagándote” con todos y con todo, el Dios que cavila un terrorista suicída, amordazar apaleando apalizando haciendo gimotear o delirar hasta el óbito colgándote. Eso es lo que nos “sucederá” si nos resignamos en que nos deleguen el ser todos terroristas y que mejor muerte es por vida agonizando hasta el óbito. Ese dote o lucidez del mundo de ser todos terroristas que a la “gente” estudiosa y civilizada le cuesta tener, es la deducción que nos coacciona a deseos de tirarnos al trén y mutilados asesinados gimoteando o delirando. El deseo de suicidio que nos forzamos a no augurarlo, es la inferencia de este coloquio (esta estampa). Cuantos más estudios y civilizados menos pálpito del ser todos terroristas y recíproca batalla campal del australopithecus erectus, desgobierno de histéricas bestias melenudas por no cuidarse que ni se visten por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, que por “tocada de cojones” de los meteoros (avivación a la degeneración llamada cáncer), el mismo irrevocable núcleo energético que nos remite a la brizna de los deseos frenéticos que usamos briosos para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), nos coacciona a los deseos “ataques” de colérica esquizofrenia convulsiva como por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Como por estudios, opulencias om matrimónio placentero, cuanto más positivamente y ufanamente vivamos portándonos, más nos costará elaborar con clarividencia este nefasto serial, es pronosticar la viveza en todos los actos terroristas que a de ser sempiternamente este mundo (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras). Se puede conglomerar el compendio de este melodrama, en tener la mente rabiosa o geniosa como por depresión deseando “lanzarte al vacío suicidándote, desde lo alto de un rascacielos”. Como causa de ponernos el cuerpo lleno de bombas immvolándonos de un terrorista suicída, cuanto más felices queramos vivir portándonos más nos a de costar percatarnos de esta jerga. Para clausurar o zanjar el “bien parido” dote que parece ser estar persuadido de esta retórica o disertación, tengo que remarcar decir de que necesitas ego desanimado, para considerar el “cagarse” con todos y con todo de un Dios o terrorista suicída. Todo este ennegrecido considerar que no debemos ejercer amistad, casas, jovialidad, amor ni abreviada civilización, se puede canalizar en melodrama que nos produce congoja, cohibidos y considerar que debemos colgarnos.
Este mundo es una mortífera matanza masiva entre todos, es traspié forzarnos a mitigarla o molificarla, como información que debemos colgarnos, nos ponemos encrucijado elaborar considerar magistral, eso es la depresión por vivir, lo que nos remite al repente de genialidad de pegarnos un tiro suicidándonos, para ser felices y civilizarnos nos abrumamos percatarnos de este dote, que es el maltratar, torturar y asesinar masivamente colgándose de un Dios o terrorista suicída. Como descomunal topetazo de genialidad, cuanto más deseemos ejercer ser Dios, es el misántropo e incivilizado que ejerce un terrorista suicída. Es muy relevante para todos no ejercer cuerdo ni civilizado este desalmado mundo, que no han de existir casas ni debe ser civilizado, a de ser la sangrienta batalla campal del australopithecus erectus. En esta anarquía de mundo todos necesitamos vida tormentosa y delirando o gimoteando hasta el óbito, nadie debe ser feliz ni civilizarse, es el todos terroristas que es el desequilibrado que tienes considerar (puede que sin saberte expresar) por condenado a cadena perpétua. Es decir de que por descomunal absorto, tienes el considerar que debes soterrártelo para paladear ufanamente este mundo.


Como deseos de lanzarnos al trén suicidándonos mutilados gimoteando o delirando, nuestra necesidad es el desequilibrado deseando perpetrar locuras macabras y “mortíferas” por cadena perpétua, por rabia o genio desde minusvalías o cárcel, auguras todo lo que se asemeja a que todos debemos morir agonizando, gimoteando o delirando contundentemente, eso es la truculenta y sanguinária batalla campal que como el intransigente australopithecus erectus a de ser sempiternamente este mundo. Parece una chulada tener canera depresión y estar persuadido de todo este contexto que voy a confeccionar, es el dote que debemos soterrárnoslo para ser ufanos. Es decir de que como conocer lo que a de ser siempre este mundo, cuantos más estudios y civilizados menos absortos pronosticando lo que nos remite congoja y nos damos cuenta “endógenamente” de que debemos colgarnos, como por estudios o matrikmónio placentero, cuanto más consigamos alborozo placentero, más repugnar coloquio de esa estampa que estoy murmurando, el alienado mundo de matanza masiva entre bestias melenudas por no cuidarse que ni se visten por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes de millones de millones de “años”, el cuerpo de todos que se pone histérico por “tocada de cojones”, es por la avivación a la degeneración llamada cáncer, y que está coaccionado ese colérico por el mismo indisoluble núcleo energético que nos remite a la brizna de los deseos frenéticos que usamos briosos para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas). Ser el artífice y recopilar instaurar este serial negativo que tiene el cauce que te incrementa la mente deseando el topetazo de genialidad de colgarte, es como el deseo de “cagarte” con todos y con todo por depresión. Nadie quiere (puede que sin percatarse ni constatarlo) tener mente desarrollada, es el no querer tener pálpito de que este mundo a de seguir siendo apocalíptica matanza entre todos y viveza en cualquier acto terrorista (alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras). Para clausurar o zanjar el desenlace de esta jerga que su inferencia es lo ennegrecido “depresión” que consideras todo por cadena perpétua, diré de que nos cuesta ser Dios por no querer tener conocimientos que nos desaniman. Es el lanzarse al vacío suicidándose desde lo alto de un rascacielos por ser vivo inteligente (nítido presagiar todo este culebrón que es análogo de la depresión que nos forzamos a repèler.


Terminantemente repugnamos lucidez endógena de lo que nos desanima, eso entre muchas otras cosas parecidas es nuestra necesidad de postrados anímicamente por vivir y para mejor morir, que como que explote una colosal catástrofe o bomba atómica (entre otras cosas de esa dinastía), cuanto más agonizar delirando o gimoteando por vivir mejor muerte, tengo que remarcar decir de que no debemos vivir portándonos civilizadamente y fastuosamente, el diestro inteligente de este mundo se suicidará de manera macabra y contundente con “estranguria”. Este melodrama que estoy confeccionando te costará tener lucidez y augurarlo si te fuerzas a fabular ufano y placentero, cuanto más conocer el mundo de viveza en ser todos terroristas que a de ser éste, más considerar de que es rocambolesco lanzarte al trén suicidándote mutilado gimoteando o delirando hasta el óbito nadie debe ser feliz ni civilizarse, este mundo a de ser el caótico ser todos melenudos por no cuidarnos que ni nos vestimos por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, el cuerpo de todos que desea reacción histérica por “tocada de cojones”, es lo deseado por avivarnos los meteoros a la degeneración llamada cáncer, el irrevocable núcleo energético que nos coacciona a ese histérico deseo, es el que nos remite a la brizna del frenético que usamos brioso para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas), él es el que nos origina a deseos coléricos de esquizofrenia convulsiva por avivarnos a cualquier otra herida o enfermedad (drogas, accidentes o sicopatías). Como causa que nos genera congoja percatándonos de que es magistral, pegarnos un tiro suicidándonos, todo este presagiar nos lo soterramos y ponemos encrucijado pronosticarlo. Cuanto más civilizados menos cavilar negativo (el desalmado mundo que como la australopithecus erectus a de ser éste). Parece un “bien parido” dote tener pálpito de esa convicción de que debemos colgarnos y suicidarnos gimoteando o delirando, no debiendo estar cuerdos ni filántropos para morir. Toda esta jerga nefasta que nos desanima y nos incrementa colgarnos, es el considerar que no sabe expresarlo un Dios o un terrorista suicida (todos necesitamos asesinados por vivir agonizando, delirando o gimoteando contundentemente). Para clausurar o zanjar el cauce de este desanimador coloquio que se le puede considerar de depresión, diré de que la vertiginosa inferencia de este preludio, es por descomunal absorto llenarte el cuerpo de bombas, immvolándote en tu paso por medio de una colosal muchedumbre de “gente”• Como estar hasta los “cojones” de todo y de todos, todo este contexto nos encubrimos profetizarlo considerarlo. Es un altercado absurdo y demencial civilizar la viveza en sangrienta batalla campal que a de ser este mundo para todos (desbarajuste de simios, dinosaurios, reptiles, felinos, aves, bestias acuáticas, alimañas o tanto dá qué). Nunca existirá contingencia en que sea factible o viable civilizarlo, siempre será autóctono el que cuanto más mitigados o civilizados peor morir.
Esta estampa que estoy capitaneando que para tener endógeno optimista repugnamos esclarecer como clarividencia de la realidad, más deseos de colgarnos por considerar lo mejor que podemos hacer, lanzarnos al vacío desde lo alto de un rascacielos y dejar de existir agonizando o gimoteando hasta el óbito, en este mundo que a de ser, ser todos alienados misántropos. Nos cuesta augurar la devastadora y sanguinária batalla campal, porque tenemos generado un lienzo anímico para tajámemente considerar que debemos colgarnos, eso es la abreviada mejor reacción, como vivir agonizando y recopila depresión, temperamento colérico y furioso de locura, el de ser Dios amordazando rociando con “gasolina”, pegándole fuego hasta que explote y colgarnos, la explosión de una catástrofe o bomba atómica y todos asesinados gimoteando o delirando contundentemente, es lo más “cojonudo” que puede existir en este mundo. Es decir de que lo que a de ser siempre este mundo es la causa que nos damos cuenta de que es inteligente pegarnos un tiro, no es inteligente y vivir civilizados y ufanos en esta viveza en sangrienta batalla campal de mundo. Tengo que ser oneroso y reiterar decir de que como causa de que nos daremos cuenta que debemos colgarnos, cuantos más estudios y civilizados más costarnos ser el artífice con lucidez de este serial. Como un desmesurado terrorista, un Dios hará explotar una bomba en medio de un “centro comercial” repleto instigando un holocausto, es de “puta madre” la explosión y destrucción masiva por catástrofe o bomba atómica, el asolador todo a la “mierda”, debes de “estar hasta los cojones” de todo para tener depresión endógena y ese considerar de un Dios o de un terrorista suicída. Cuanto más civilizados como vida sin agonizar más costarnos resignarnos a este “dote”.

Este es el mundo habitado por seres vivos melenudos por no cuidarse ni vestirse que como lucidez de lo desanimnante canalizado al pegarnos un tiro suicidándonos, cuanto más nos forcemos consiguiéndolo a ser felices, más costarnos esclarecer de que a de ser la sangrienta batalla campal de millones de millones de “años”. El cuerpo de todos se pone histérico cuando nos “tocan los cojones”, es por la avivación den los meteoros a la degeneración llamada cáncer, furia colérica coaccionada por el mismo núcleo energético que nos remite a la brizna de histéria que usamos briosa para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas). Cuanto más nos generemos unlienzo aqnímico para repugnar lo desanimante erigiendo optimismo, es el porqué nos cuesta confeccionar clarividencia de esta retórtica o disertación. No cuesta tener lucidez de qué es este mundo, nosotros mismos no queremos augurar causa de pronosticar de que es de “puta madre” suicideándonos lanzándonos al trén gimoteando o delirando contundentemente hasta el óbito. Conglomerado magistral considerar, es la causa de ponerse el cuerpo lleno de bombas immvolándose de un Dios o terrorista suicida, Como costarnos abordar e indagar ese nefasto coloquio, cuanto más queramos ser felices civilizándonos, como por estudios o matrimónio placentero, más nos a de costar elaborar esta estampa que estoy murmurando. Para clausurar o zanjar este esclarecer lo que como la australopithecus erectus a de ser este mundo, tengo que ser oneroso y reiterar de que resignarnos a este contexto que estoy profetizando, es como enaltecer al colgarnos (que es cojonudo la explosión y destrucción masiva por catástrofe o bien de Dios). Como causa que nos desanima, cuanto más nos cueste considerar lo “mierda” que a de ser este mundo (al viveza en todos los actos terroristas de millones de millones de “años”, alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras), más con optimismo placentero desearemos vivir portándonos.

Nos forzamos terminantemente a no tener información mental que nos desanima, eso es nuestro mismo forzarnos a no augurar este melodrama que estoy capitaneando, la apocalíptica y mortífera matanza sanguinária que a de ser sempiternamente este mundo, el todos histéricos y briosos terroristas que es un abominable holocausto caníbal o antropófago. Es decir de que nuestro forzarnos a no tener la pesadumbre que nos genera congoja y como la depresión, pegarnos un tiro suicidándonos, es generarnos un lienzo para subestimar lo que a de suceder en este mundo. Como persuadidos den que la mejor muerte es mente remitidfa por agonizar delirando o gimoteando por vivir, el diestro con experiencia se suicidará de manera macabra, dolorosa y mesurada. Este es el mundo habitado por seres vivos melenudos por no cuidarse ni vestirse que como lucidez de lo desanimnante canalizado al pegarnos un tiro suicidándonos, cuanto más nos forcemos consiguiéndolo a ser felices, más costarnos esclarecer de que a de ser la sangrienta batalla campal de millones de millones de “años”. El cuerpo de todos se pone histérico cuando nos “tocan los cojones”, es por la avivación de los meteoros a la degeneración llamada cáncer debiéndolo notar descomunal por no cuidarnos ni vestirnos por tener el cuerpo lleno de pelos o de cabellos por todas partes, furia colérica coaccionada por el mismo núcleo energético que nos remite a la brizna de histéria que usamos briosa para andar y movernos (los ojos, los dedos o muchas otras cosas parecidas). Cuanto más nos generemos unlienzo aqnímico para repugnar lo desanimante erigiendo optimismo, es el porqué nos cuesta confeccionar clarividencia de esta retórtica o disertación. No cuesta tener lucidez de qué es este mundo, nosotros mismos no queremos augurar causa de pronosticar de que es de “puta madre” suicideándonos lanzándonos al trén gimoteando o delirando contundentemente hasta el óbito. Conglomerado magistral considerar, es la causa de ponerse el cuerpo lleno de bombas immvolándose de un Dios o terrorista suicida, Como costarnos abordar e indagar ese nefasto coloquio, cuanto más queramos ser felices civilizándonos, como por estudios o matrimónio placentero, más nos a de costar elaborar esta estampa que estoy murmurando. Para clausurar o zanjar este esclarecer lo que como la australopithecus erectus a de ser este mundo, tengo que ser oneroso y reiterar de que resignarnos a este contexto que estoy profetizando, es como enaltecer al colgarnos (que es cojonudo la explosión y destrucción masiva por catástrofe o bien de Dios). Como causa que nos desanima, cuanto más nos cueste considerar lo “mierda” que a de ser este mundo (al viveza en todos los actos terroristas de millones de millones de “años”, alberga a fechorías, peleas, crímenes, atentados y guerras), más con optimismo placentero desearemos vivir portándonos. Parece una chulada tenert deseos de colgarte y confeccionar este dote (ser el artífice), él y su desenlace son los conocimientos que no debemos tener, recopilarlos es absorto y como disemina el Dios Julio Iglésias, soy un truhán, soy un señor. El mundo repleto de misántropos o terroristas que deberá serlo perpétuamente éste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario